¿Cómo prevenir situaciones que nos causan ansiedad?

Escrito por: Sara Guijarro Torvisco
Publicado: | Actualizado: 04/07/2023
Editado por: Lucía Ramírez

La ansiedad es una emoción que todos hemos experimentado en algún momento y que nos produce una reacción de activación intensa del sistema nervioso central y de todo el organismo. Todo ello hace que estemos alerta y respondamos rápidamente a las situaciones que percibimos como amenazantes o peligrosas.
 

Sin embargo, cuando la ansiedad es excesiva, persistente o desproporcionada a la realidad, puede convertirse en un problema que afecta negativamente a nuestra salud física y mental. En ese caso, hablamos de trastornos de ansiedad, que son un grupo de condiciones psicológicas caracterizadas por síntomas como miedo, preocupación, nerviosismo, inquietud, palpitaciones, sudoración, temblores, dificultad para respirar, náuseas, mareos o insomnio.

 

La ansiedad se relaciona con la anticipación de un peligro futuro

 

Los trastornos de ansiedad más comunes son el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno de estrés postraumático, el trastorno de ansiedad social y las fobias específicas. Cada uno de ellos tiene sus propias características y causas, que pueden ser genéticas, ambientales o psicológicas.
 

¿Cómo sé si tengo ansiedad?

Cuando la ansiedad se vuelve excesiva o irracional y nos impide llevar una vida normal, puede ser un signo de que tenemos un trastorno de ansiedad. Para saber si tenemos ansiedad debemos prestar atención a los siguientes aspectos:
 

  • La frecuencia e intensidad de los síntomas: si sentimos ansiedad casi todos los días o durante varias semanas o meses, y si los síntomas son muy intensos o nos provocan mucho malestar o sufrimiento.
  • La proporción entre la ansiedad y la situación: si la ansiedad es desproporcionada a la realidad o a la gravedad del problema que la provoca, o si sentimos ansiedad ante situaciones que no son realmente amenazantes o peligrosas.
  • La interferencia en la vida cotidiana: si la ansiedad nos impide realizar nuestras actividades habituales, como trabajar, estudiar, relacionarnos con los demás o disfrutar de nuestro tiempo libre.
  • La evitación o escape: si la ansiedad nos lleva a evitar o escapar de las situaciones que nos generan miedo o preocupación, lo que puede limitar nuestras oportunidades y reforzar nuestra sensación de vulnerabilidad.
     

Si reconocemos alguno de estos aspectos en nosotros mismos, es recomendable consultar con un especialista en Psicología que pueda evaluar nuestra situación y ofrecernos el tratamiento más adecuado.
 

¿Cómo prevenir situaciones que provocan ansiedad?

No siempre podemos evitar las situaciones que nos causan ansiedad, ya que muchas veces forman parte de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, podemos adoptar algunas medidas para prevenir o reducir la aparición de la ansiedad ante estas situaciones:
 

  • Identificar y modificar los pensamientos negativos o irracionales que nos generan miedo o preocupación. Por ejemplo, sustituir los pensamientos catastrofistas por otros más realistas y positivos.
  • Aprender y practicar técnicas de relajación que nos ayuden a controlar la activación física y emocional que causa la ansiedad, como la respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva o el mindfulness.
  • Exponernos gradualmente a las situaciones que nos provocan ansiedad. De esta forma podremos acostumbrarnos a ellas y comprobar que no son tan peligrosas como pensamos.
  • Mantener un estilo de vida saludable.
     

¿Cómo podemos gestionar la ansiedad?

La ansiedad es una emoción que se puede manejar con la ayuda de un profesional de la salud mental y con el apoyo de nuestros seres queridos. Además, existen algunas técnicas y consejos que podemos aplicar para reducir la ansiedad y mejorar nuestro bienestar. Algunos de ellos son:
 

  • Planificar un tiempo al día para preocuparnos: en lugar de dejar que la ansiedad nos invada en cualquier momento, podemos dedicar unos 10 minutos al día a escribir o pensar en nuestras preocupaciones, y luego dejarlas de lado durante el resto de la jornada.
  • Practicar ejercicio físico: el ejercicio físico nos ayuda a liberar endorfinas y reducen el estrés. Además, el ejercicio físico nos permite canalizar la energía y la tensión que produce la ansiedad.
  • Aprender y practicar técnicas de relajación.
  • Exponernos de forma gradual y controlada a las situaciones, empezando por las menos difíciles y avanzando hasta las más complejas.
  • Utilizar técnicas de distracción: intentar no pensar en aquello que nos genera ansiedad nos ayuda a manejarla mejor. Por ejemplo, podemos cantar, hablar con alguien, jugar a un videojuego o hacer una actividad que nos guste cuando sintamos ansiedad.
  • Mantener un estilo de vida saludable. Cuidar nuestra alimentación, evitar el consumo de alcohol, tabaco o cafeína, dormir bien y tener una rutina diaria.
     

En ocasiones solemos confundir ansiedad y angustia, ¿en qué se diferencian?

La ansiedad y la angustia son dos emociones que a menudo se confunden o se usan indistintamente, pero tienen algunas diferencias importantes. Por ejemplo, la ansiedad se relaciona con la anticipación de un peligro futuro, difuso o imprevisible, mientras que la angustia se relaciona con una situación presente, concreta o real que nos provoca desesperación o sufrimiento.
 

Por otro lado, la ansiedad genera un estado de sobreactivación, movimiento o huida, mientras que la angustia genera un estado de paralización, bloqueo o inmovilidad. En este sentido, la angustia suele ser más puntual y transitoria, mientras que la ansiedad tiende a ser más duradera y mantenida en el tiempo. La ansiedad suele ser más duradera y mantenida en el tiempo, mientras que la angustia suele ser más puntual y transitoria.
 

La ansiedad suele estar asociada a trastornos como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno obsesivo compulsivo o las fobias, mientras que la angustia suele relacionarse con el trastorno de estrés postraumático o el trastorno depresivo mayor.

Por Sara Guijarro Torvisco
Psicología

Sara Guijarro Torvisco es una reconocida especialista en Psicología. Cuenta con varios años de experiencia en su formación y especialidad. En concreto, es experta en ansiedad, fobias, depresión, estado de ánimo, apego, dependencia emocional, relaciones afectivas, autoestima, TOC y desrregulación emocional.

Licenciada en Psicología por la Universidad de Huelva, ha realizado un Máster en Psicología General Sanitaria en la Universidad Pontificia de Salamanca y otro Máster en Tratamiento Cognitivo - Conductual de las Adicciones en la Universidad CEU Cardenal Herrera.

Actualmente, es psicóloga sanitaria en Sara Guijarro Psicología.
 

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