Misofonía: ¿qué es este trastorno auditivo y cómo impacta en la vida diaria?

La misofonía, conocida como el "odio al sonido", es un trastorno que se caracteriza por una reacción negativa y desproporcionada a ciertos sonidos, independientemente de su intensidad. Este fenómeno, también denominado Síndrome de Sensibilidad Selectiva al Sonido (SSS), se diferencia de la hiperacusia y la fonofobia, que implican una percepción anormalmente alta o un miedo a ciertos sonidos, respectivamente.

Aunque no se comprende completamente, se cree que la misofonía surge de una disfunción en el sistema auditivo central del cerebro, más que de problemas en los oídos. Se plantea que las reacciones pueden estar relacionadas con alteraciones en el sistema límbico y el sistema nervioso autónomo, y algunos sugieren una posible predisposición genética.

¿Quiénes son afectados y cómo se manifiesta?

Este trastorno no discrimina entre géneros y afecta aproximadamente al 20% de la población, con un 6% que lo experimenta significativamente en su vida diaria. Los síntomas suelen aparecer al final de la infancia o en cualquier momento de la vida, manifestándose a través de reacciones exageradas a sonidos específicos que pueden variar con el tiempo.

¿Cómo se diagnostica?

Actualmente, no existe una prueba específica para diagnosticar la misofonía, por lo que el diagnóstico se basa en la observación clínica de las reacciones del individuo a ciertos sonidos.

Aunque no hay una cura definitiva, la terapia cognitivo-conductual puede ayudar a aumentar la tolerancia a los sonidos desencadenantes y a reducir los sentimientos desagradables asociados.

¿Se puede prevenir o evitar?

Dado que la misofonía no se puede prevenir ni evitar, muchas personas terminan aislándose para evitar los sonidos que las perturban. Este aislamiento puede tener graves consecuencias para el bienestar social y emocional de la persona, llevándola a recluirse en la soledad.

Es importante entender que las personas con este trastorno no deben ser etiquetadas como histéricas o excesivamente sensibles, ya que su sufrimiento es real y significativo. Es necesario acudir a un especialista.

¿Esta patología o trastorno está relacionado con otros?

La misofonía a menudo se asocia con trastornos que presentan patrones obsesivos de comportamiento, como el autismo, el síndrome de Gilles de la Tourette o el trastorno obsesivo compulsivo. Se cree que el trastorno de personalidad obsesivo compulsivo podría predisponer a desarrollar misofonía.